La exposición al ruido es una de las principales causas de la pérdida de audición. Sin embargo, la mayoría de las personas ni siquiera se dan cuenta si están dañando sus oídos. La vista y el oído son sentidos importantes para nuestra interacción social. Sin embargo, mientras podemos cerrar los ojos para darles un descanso, nuestros oídos están en un estado de permanente audición.

Percibimos los sonidos continuamente incluso cuando estamos dormidos. Esto tiene un efecto a largo plazo no sólo en la audición, sino también en el sistema nervioso autónomo. Esto puede resultar en pérdida de audición y también en otros síntomas físicos. Esta es la razón por la que debes proteger tu audición.

Evita las situaciones ruidosas, utiliza tapones para los oídos y establece un límite de intensidad para los dispositivos que uses con auriculares y, sobre todo: dale a tus oídos un descanso más a menudo, disfrutando de momentos de silencio.